.¿Cómo compaginar
La aniquiladora idea
de la muerte con este
incontenible afán de vida?.
Mario Benedetti.
Ahora, la realidad es otra. Muchos de los sueños forjados, las
proyecciones de vida, por tanto tiempo idealizadas, parecen aniquilarse
con la fuerza devastadora del suceso y, sin lugar a dudas, nuestra
integridad emocional se desmorona como un castillo de arena. Sabemos
que es un proceso, negamos que sea natural vivenciarlo, no conocemos
nuestra auténtica capacidad de lucha contra esta adversidad y aunque
sentimos que hay un mundo que vibra y nos reclama; aunque sabemos
que debemos renacer, no entendemos el cómo apropiarnos
nuevamente de la vida, ni cómo asumir la nueva realidad...
Cuando se presenta una limitación, se genera un proceso de duelo
con características similares a las que se viven ante la pérdida absoluta
de un ser querido. El órgano y la función se convierten en referentes
de pérdida, las actitudes psicológicas que identificaban al individuo se
transforman y la nueva imagen proyectada originará en los demás
actitudes positivas y/o negativas, donde el matiz de ambigüedad
caracterizará, en buena medida, las relaciones con aquella persona
que presenta la limitación.
con características similares a las que se viven ante la pérdida absoluta
de un ser querido. El órgano y la función se convierten en referentes
de pérdida, las actitudes psicológicas que identificaban al individuo se
transforman y la nueva imagen proyectada originará en los demás
actitudes positivas y/o negativas, donde el matiz de ambigüedad
caracterizará, en buena medida, las relaciones con aquella persona
que presenta la limitación.
Cuando nos referimos a la limitación visual como una especie de
“muerte social” no es de manera alguna hiperbólica. En realidad, tal
vez pocas limitaciones son asumidas por la sociedad como un “morir
para...” como sucede con las visual.
"....y, para sus adentros, la idea que moviliza la ceguera
se asocia con todas las fantasías que genera la oscuridad,
las que inmediatamente remiten a la noche,
que en cuanto permanente, aparece como noche eterna,
o sea, se asocia con idea de muerte..."
(Sobrado, Enrique. Sin Fecha)
He ahí la gran contradicción de volcar hacia el sujeto vivo, un sentimiento
de muerte, pues se generan las actitudes erróneas que practicamos
y observamos en otros hacia la persona con limitación visual. Y el hecho
de ser, por lo general, una asociación de carácter inconsciente, no nos
procura los mecanismos más efectivos para enfrentar la angustia.
Digamos que pensamos en el “ser ciego” como una gran desconexión
con el sistema vital, porque asumimos que los circuitos visuales
proporcionan la máxima información requerida para un óptimo
desenvolvimiento como seres sociales.
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