• Aceptarse y amarse integralmente implica abordar los niveles físico,
cognitivo y emocional logrando discernir sus limitantes, sus fortalezas,
sus potencialidades y las proyecciones futuras de desarrollo. El afecto
se prodiga en función del conocimiento que sobre sí mismo o sobre
el otro se tiene, pero ese conocimiento debe ser honesto, realista,
libre de distorsiones propiciadas por un inadecuado estado emotivo
o por las ideas imperantes en el medio social en que nos
desenvolvemos. La autoestima compete a un nivel actitudinal fácil
de identificar y de catalogar en niveles bajo, alto o intermedio. “No
se puede dar amor donde no hay a quien querer”, así que si no nos
identificamos como objetos de amor propio, difícilmente podemos
desarrollar ideas, sentimientos y actitudes de afecto para nosotros
mismos y, mucho menos, procuraremos encontrar amor en los demás.
Sólo en la medida en que nos sentimos dignos de cariño, nos vamos
a querer y a luchar porque los otros nos quieran.
Y, como hemos señalado, quererse implica la totalidad de la
personalidad por encima de aquellas diferencias que señalan
desventajas. Un niño, niña o joven ciego o con baja visión debe
fundamentar su amor propio en una adecuada valoración de sus
capacidades y limitantes y aquí la familia contribuye de manera
positiva o negativa, según su percepción de la situación. Si se ve
al hijo como un ser indefenso, inútil, incapaz, alguien por quien
avergonzarse o vivir en eterna conmiseración, él comenzará a
percibirse de esta manera y bloqueará los eventuales caminos de
superación individual. Aquí cuenta mucho la edad y si la limitación
visual es congénita o adquirida e igualmente si es un niño con baja
visión o ciego.
Un infante cuyos desarrollos cognitivo y emocional son adecuados
a su edad, podría asumir una actitud crítica frente a las actitudes
de quienes les rodean. Una vez superadas las etapas iniciales del
duelo, o como una reacción a sus propios temores y tristezas, pueden
plantearse alternativas de acción que reivindiquen su status de
persona eficiente en el mundo. Generalmente, en nuestro medio,
este tipo de situaciones no se observan con frecuencia debido a
que son los mismos padres quienes, azorados por su inmenso dolor
o en una excesiva actitud de sobre-protección, prefieren seguir
contemplando al hijo como un ser desvalido, que no debe correr
riesgos y que debe estar exento de otros dolores existenciales. Por
otra parte el ambiente escolar y comunitario saturado de ideas
erráticas y de prejuicios, va aniquilando buena parte del talante de
luchador del niño o joven e, incluso, en muchos casos no permite
que se genere.
QUIERA A SU HIJO COMO ES, no como soñó que sería. En él
existe un potencial de amor que debe ser expresado y usted le
ayudará enormemente si se convence y le transmite a él la idea
de que es digno de amor. No hay otra forma.
existe un potencial de amor que debe ser expresado y usted le
ayudará enormemente si se convence y le transmite a él la idea
de que es digno de amor. No hay otra forma.
Más adelante, durante el transcurso de la vida, él puede encontrar
personas significativas que le permitan vislumbrar esas realidades
afectivas, pero si las experiencias primeras en ese campo no fueron
las mejores, él siempre va a tener restricciones, va a levantar
murallas... Convénzase: Usted, en este aspecto, es fundamental
y recuerde que amar no significa poseer.
personas significativas que le permitan vislumbrar esas realidades
afectivas, pero si las experiencias primeras en ese campo no fueron
las mejores, él siempre va a tener restricciones, va a levantar
murallas... Convénzase: Usted, en este aspecto, es fundamental
y recuerde que amar no significa poseer.
• Los niños y jóvenes con baja visión suelen enfrentarse a dualidades
en la relación con otras personas: algunos los catalogan como ciegos
y otros, desconociendo sus realidades, los señalan como “tontos”,
“torpes” o “avivatos” que se hacen los ciegos para sacar provecho.
Se encuentran, entonces, enfrentando la vida en dos dimensiones
en cuanto al trato de los otros, al cual ellos pueden aprender a
responder adecuadamente si primero se identifican y se aceptan
en su diferencia. El campo de las implicaciones psicológicas y
pedagógicas de la baja visión no ha sido abordado ampliamente y
presenta una serie de variantes determinadas por la funcionalidad
que se ejerce de acuerdo al residuo visual con el que se cuenta
y si éste disminuye eventualmente.
en la relación con otras personas: algunos los catalogan como ciegos
y otros, desconociendo sus realidades, los señalan como “tontos”,
“torpes” o “avivatos” que se hacen los ciegos para sacar provecho.
Se encuentran, entonces, enfrentando la vida en dos dimensiones
en cuanto al trato de los otros, al cual ellos pueden aprender a
responder adecuadamente si primero se identifican y se aceptan
en su diferencia. El campo de las implicaciones psicológicas y
pedagógicas de la baja visión no ha sido abordado ampliamente y
presenta una serie de variantes determinadas por la funcionalidad
que se ejerce de acuerdo al residuo visual con el que se cuenta
y si éste disminuye eventualmente.
Cada persona con baja visión se desempeña de manera diferente
debido a las características particulares referidas a su remanente
visual y es necesario que conozca la evaluación de su situación
para ser consciente de qué tipo de actividades puede realizar, para
cuales no es competente y aquellas que lograría ejecutar de manera
distinta o con ayudas especiales.
Este elemento de competencia es muy importante porque en la
medida en que ejecute acciones cuyo resultado lo gratifiquen,
demostrando su capacidad, el nivel de autoestima se elevará y lo
condicionará positivamente para arriesgarse a ensayar otras. Si por
el contrario, los resultados le generan frustración y desesperanza,
podría percibirse como un ser sin grandes talentos, incompetente,
y, lógicamente, su amor propio sufrirá severas afectaciones.
Los niños con baja visión suelen ser muy “recursivos” y, por lo
general, se las ingenian para seguir desarrollando diversas
actividades a medida que su residuo visual disminuye, si es el caso.
Motive esas decisiones y acompáñelo en la asimilación de los
resultados, sean estos positivos o negativos. Promueva en su hijo
la seguridad personal de haber realizado las cosas de la mejor
manera, de acuerdo a sus posibilidades individuales y a las
circunstancias del medio.
resultados, sean estos positivos o negativos. Promueva en su hijo
la seguridad personal de haber realizado las cosas de la mejor
manera, de acuerdo a sus posibilidades individuales y a las
circunstancias del medio.
• El trauma ocasionado por la pérdida de visión, después de haber
visto, genera los sentimientos de angustia, dolor, miedo y rabia
indispensables para alcanzar una etapa de reajuste o equilibrio
emocional. Existe durante el proceso una revisión constante,caracterizada
visto, genera los sentimientos de angustia, dolor, miedo y rabia
indispensables para alcanzar una etapa de reajuste o equilibrio
emocional. Existe durante el proceso una revisión constante,caracterizada
especialmente por severas valoraciones negativas en
referencia a su desempeño y a su valía personal y la autocompasión
va ocupando un lugar importante en la vida emocional de esa
persona. Las características previas de personalidad influyen de
grande manera en el logro de una mayor aceptación de la nueva
imagen y promueven o dificultan eventos de superación. El autoconcepto
y la autoestima se verán seriamente afectados inicialmente:
los sentimientos y pensamientos derrotistas caracterizarán la relación
consigo mismo y con el mundo.
referencia a su desempeño y a su valía personal y la autocompasión
va ocupando un lugar importante en la vida emocional de esa
persona. Las características previas de personalidad influyen de
grande manera en el logro de una mayor aceptación de la nueva
imagen y promueven o dificultan eventos de superación. El autoconcepto
y la autoestima se verán seriamente afectados inicialmente:
los sentimientos y pensamientos derrotistas caracterizarán la relación
consigo mismo y con el mundo.
Exprese mucho amor a su hijo superando usted mismo el dolor que
lo agobia. Hágale sentir que sigue siendo fuerza de vida en el núcleo
familiar y en la sociedad. Vaya eliminando todo sentimiento de lástima
que aflore, ¡cuesta trabajo!, pero... inténtelo: ¡la vida sigue! y ahora
él y ustedes deben aprender a vivirla de otra manera. No olvide
hacerlo sentir merecedor de amor por lo que ha sido y por quien
será en adelante, esto contribuirá a que reafirme los valores que
le han caracterizado y a la formación de otros que quizá nunca le
interesaron. Recuerde que eventos como este son una dualidad de
final-reinicio. Ayúdelo a nacer nuevamente.
• Las oportunidades para ejercer INDEPENDENCIA son claves en la
configuración o en la eventual reorganización del auto-concepto. En
la medida en que usted le brinde a su hijo con limitación visual la
posibilidad de desarrollar actividades que signifiquen un reto, ajustadas
a su circunstancia, estará sentando las bases para que él asuma su
vida con valentía y decisión. En cualquier etapa de la vida, promover
la independencia es fundamental: desde atarse solo los cordones de
los zapatos hasta salir a una fiesta con sus amigos de adolescencia.
Existen muchos padres que prefieren crear y sostener el lazo de
la dependencia en todo nivel y a cualquier edad del hijo. Este
desarrolla entonces, una inseguridad que lo afecta emocionalmente,
disminuye la fuerza de yo y lo convierte en alguien que se percibe
como “indefenso” frente a los otros de quienes demandará protección
y “probablemente”, preferirá las seguridades pasajeras, a tomar
riesgos que aporten un aprendizaje de vida.
Tiene usted, como padre de familia, miedo a los riesgos que enfrente
su hijo? Piense que hay temores que nacen del desconocimiento
de la realidad. Existen peligros reales: la inseguridad de las grandes
ciudades, los animales peligrosos del campo, etc., pero no siempre
se debe vivir como el chico de la burbuja en un medio protegido
y alejado de todo, pues existen fórmulas eficientes para enfrentar
con responsabilidad los riesgos y salir bien librado.
Piense hasta donde usted ha procurado que la dependencia física
y emocional de su hijo con limitación visual, sea la tabla salvadora
para no hundirse en las aguas de su dolor y de su miedo como
padre de familia.
• Las auto-valoraciones como persona son constantes en nuestra vida.
Tendemos a realizar balances de nuestros triunfos y fracasos, de
lo positivo y lo negativo. Cuando el balance tiende a polarizarse en
uno de los extremos, no existe equilibrio; es importante que al revisar
lo negativo valoremos justamente qué condiciones influyeron en el
fracaso ante un propósito: quizá la expectativa fue muy alta, no
teníamos los recursos apropiados para el logro o dependía más de
otras personas que de nosotros mismos. Y ante el éxito: ¿Fue fortuito
ó trabajado con ahínco? Qué tanto influyeron otras personas?
¿Reconocemos el aporte de otros, aceptamos el esfuerzo colectivo
o creemos que somos autosuficientes?.
¿Su hijo tiene el valor de amarse a sí mismo a pesar de los fracasos,
de las frustraciones originadas por su circunstancia de ser una
persona con limitación visual?. Descúbralo y ayúdelo a reconocer
lo positivo que no encuentra en sí mismo y en la vida. Incentívelo
a vivir el “aquí” y el “ahora”, a quererse como es en este momento,
superando sus características negativas de personalidad.
de las frustraciones originadas por su circunstancia de ser una
persona con limitación visual?. Descúbralo y ayúdelo a reconocer
lo positivo que no encuentra en sí mismo y en la vida. Incentívelo
a vivir el “aquí” y el “ahora”, a quererse como es en este momento,
superando sus características negativas de personalidad.
• Con un bagaje de auto-valoraciones adecuadas y un buen nivel
de independencia, su hijo aprenderá a percibirse como
“conductor” de su vida, dueño de sus sueños, decisiones, triunfos
y reveses. Procurará ser cada día más autónomo y por lo tanto,
se amará mucho más. Opera el locus de control interno.
Independientemente o no de las creencias religiosas o de otra
índole, su hijo aprenderá a percibirse como constructor de su
propio destino y relegará ideas que le hagan sentir que no tiene
control sobre su vida. Así será promotor de sus propios derechos
y cumplidor de sus deberes.